Honda Motor Co. ha sido, durante décadas, un referente en el mundo del motociclismo y uno de los actores más importantes en la industria mundial de motocicletas. Con una sólida trayectoria de innovación y confiabilidad, la compañía sigue siendo el mayor productor de motos a nivel global. Su participación en ventas es clave en mercados de Asia, América Latina, Europa y Norteamérica. Sin embargo, las nuevas políticas de Donald Trump han generado incertidumbre en todo el negocio, especialmente en la planta que Honda tiene en Jalisco, México.
Honda es el líder indiscutido en la fabricación de motocicletas a nivel mundial. En 2023, la compañía produjo aproximadamente 20.3 millones de motocicletas, consolidando su posición como el mayor fabricante global. (Para marzo de 2024, se espera la publicación de las cifras del año fiscal 2024).
En cuanto a ventas, Honda alcanzó alrededor de 17 millones de motos en 2023, lo que representa casi el 40% del mercado mundial. La marca se mantiene fuerte en todos los segmentos, desde motos de baja cilindrada hasta modelos deportivos, de turismo y eléctricos, destacándose por su capacidad para adaptarse a las necesidades de los consumidores.
La planta de Honda en Jalisco es crucial para la producción de modelos emblemáticos de la marca, como la Honda CRF250L y la Honda CB500. En 2023, esta fábrica produjo más de 450,000 motocicletas, y es uno de los pilares más importantes en la estrategia global de distribución.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con imponer aranceles de hasta el 25% sobre los vehículos y motos ensamblados en México. Dado que la planta de Jalisco es una de las más relevantes para la producción destinada a Estados Unidos, la situación ha generado una incertidumbre considerable. Honda se encuentra evaluando sus opciones y analizando las implicaciones de las políticas comerciales en su operación en México.

Reubicar una planta de esta magnitud representa un desafío logístico y financiero considerable. Aunque las ventas de motos a nivel mundial alcanzan niveles récord, y se estima que en 2030 se venderán alrededor de 60 millones de motocicletas en todo el mundo, Honda debe tomar decisiones estratégicas cuidadosas. Los costos asociados con una reubicación, así como el impacto en su red de distribución y en los empleos locales, son factores que la compañía deberá considerar al evaluar la viabilidad de mover la producción a Estados Unidos.
Con el motociclismo en constante crecimiento a nivel mundial y la incertidumbre generada por las políticas comerciales de Trump, Honda se enfrenta a un dilema crucial. Aunque la reubicación de su planta de Jalisco podría ser una respuesta a los aranceles impuestos a productos mexicanos, la compañía deberá evaluar con detenimiento las implicaciones de esta decisión en sus costos, en la competitividad en el mercado estadounidense y en su estrategia de expansión global.
A medida que la industria de motocicletas continúa evolucionando, las decisiones que tome Honda en los próximos años tendrán un impacto significativo no solo en su futuro, sino también en el panorama del motociclismo global.