Hoy nos tocó disfrutar de una ruta con curvas, un paisaje lleno de flores para llegar a un gran destino, el famoso Viñedo San Miguel en las afueras de San Miguel de Allende, Guanajuato.
La cita fue muy temprano; había que estar listo a las 6:30 AM, con el tanque lleno, café en la panza y preparados para salir con los primeros rayos del sol. Así fue como partimos del centro de León, Guanajuato, rumbo a Guanajuato capital, para luego tomar la carretera a Juventino Rosas y, más adelante, la desviación a San Miguel de Allende.
La primera parte de la carretera es aburrida, ya que se trata de una recta muy larga llena de tráfico de los trabajadores que salen de León hacía la zona industrial de Silao. Con el sol de frente, no hay marcha para atrás. Así que bajamos la visera oscura del casco y, en algunos momentos usamos la mano frente al casco para mejorar la visibilidad. La temperatura era de unos 8 – 10°C aproximadamente, así que veníamos con algo de frío.
Pasando Guanajuato llegó el momento de disfrutar de la carretera, el paisaje y de las curvas, me tocó rodar en una moto con 10 años de uso, una R1200 GS; a pesar de su antigüedad no me dejó atrás la poderosa R1300GS que marcaba el ritmo. La carretera a Juventino Rosas serpentea a través de las montañas de Guanajuato, ofreciendo un paisaje espectacular lleno de flores, prados y algunas barrancas y las montañas, ideal para cualquier motocicleta.
Al llegar a la Vitivinícola, ubicada en la carretera Celaya – San Miguel de Allende, quedé impresionado por su tamaño y buen gusto. La forma en que presentan las botellas y la zona de catas tiene un toque especial, además de la tienda de productos “Cuadra”, que enmarca el primer nivel. Después de esperar unos minutos, comenzó el recorrido, y nos llevaron al área de maceración y producción del vino. Allí nos explicaron el proceso que debe seguir un buen vino, para después pasar a la “joya de la corona”: su sala de barricas. Esta zona está empotrada en la piedra de la montaña, lo que crea una temperatura perfecta para el envejecimiento de los vinos.
Amigos, les recomiendo mucho esta visita. Me quedé con ganas de hacer la cata de vinos y el maridaje, que se ve muy interesante, pero al ir en moto no se puede. Estoy seguro de que volveré para probar estos vinos y recorrer el viñedo.
