La cita fue un viernes por la mañana en BMW Esmeralda Motors, quienes nos invitaron a participar en esta ruta organizada y dirigida por Montaño Motorsports. Al llegar, el clima se presentaba nublado, pero siendo apenas las seis de la “madrugada”, teníamos fe en que mejoraría… aunque no fue así. Después de una breve charla de seguridad, un box lunch y una intensa lluvia, decidimos iniciar la aventura: nos colocamos los impermeables, calentamos motores… y articulaciones.
Camino a la Planta BMW
Una vez en la carretera Chamapa-Lechería, el clima empezó a mejorar. Ya en la autopista México-Querétaro, los impermeables comenzaron a estorbarnos, así que hicimos una parada para quitárnoslos y estirar un poco las piernas. En esta primera etapa, manejé la BMW S 1000 RR, una moto diseñada para la pista pero que en la carretera se comporta de manera admirable, gracias a sus asistencias y modos de conducción, que la hacen más llevadera.
Luego cambiamos de moto para que otro pudiera probarla (las motos fueron asignadas por la agencia para este fin), y me subí a la R 1250 RS, una Sport Touring más cómoda, con gran empuje, que también destacaría en el trackday del día siguiente. Pero vamos por partes. Nuestro primer destino fue una visita a la planta de BMW en San Luis Potosí, donde se fabrican tres modelos de autos que son distribuidos a nivel mundial. La visita fue una grata sorpresa para los amantes de los vehículos automotores.
A descansar
Después de la visita a la planta, nos dirigimos al hotel sede para dar por terminada la jornada. No sin antes alimentarnos debidamente. Fue una ruta larga de aproximadamente 370 km, que nos tomó unas cinco horas con todo y tráfico y paradas técnicas. Lo más importante es que todos llegamos bien, por lo que el descanso fue bien merecido, especialmente considerando que el día siguiente prometía ser aún más agotador.
La actividad del siguiente día tuvo lugar en el circuito Tangamanga en SLP, donde BMW Esmeralda había preparado un trackday instruido por el equipo de Montaño Motorsports. Se realizaron recorridos guiados con un instructor que enseñó técnicas de trazado en pista, posición de curva, frenado, aceleración y otros consejos de manejo deportivo. De sobra está decir que la reina de la jornada fue la S 1000 RR, pero la gran sorpresa fue la R 1250 RS, que destacó por su agilidad en la pista. También tuvimos la oportunidad de probar la S 1000 R, una roadster con ADN de superbike, como bien lo describe la marca así como también rodamos en la R 12 nineT, una moto urbana pero que también nos divirtió dentro de la pista.
Y volver, volver…
Después de algo más de una hora efectiva en la pista, tomamos un breve descanso y emprendimos el camino de regreso a la agencia BMW Esmeralda. Esta vez, el clima nos dio más problemas, con un par de tormentas y hasta una granizada, aunque afortunadamente sin contratiempos. Hicimos varias paradas para cambiar de motos, ponernos los impermeables y cargar gasolina, aprovechando estos momentos para descansar un poco. Aun así, el regreso nos tomó alrededor de seis horas, y todos llegamos sanos y salvos.
Fue una gran aventura, por la cual agradecemos la invitación de los organizadores, y esperamos que se repita en múltiples ocasiones, con destinos diferentes, por supuesto.
